Hoy era lunes, mañana sábado y entre los bolsillos los días que quedaban…
el espejo gruñía sin miramientos y decía -alguno tiene que llegar! – que alguno tenia que llegar por que se lo había dicho el viento, y así fue; Mas no como siempre.

corrió la suerte de que la suerte no vino corriendo y allí estaba, en aquel día bailando con el escalofrío y el presente mordiéndole el cuello, en una sensación asfixiantemente grata, mientras los latidos del reloj marcaban el medio día.. las olas también le caían encima y el sol picaba fuerte su piel, La misma que pronto daría paso al comienzo de un final.
_________

Al los dos días siguientes, abrió la puerta y se sentó junto a él en el césped,
brillaba mas de lo normal o por lo menos sus ojos lo engañaban,
hablaron toda la noche y le hicieron un chantaje barato al sol.
no hacia frió y los pulmones masticaban el denso humo que mezclado con el sudor que transpiraba la piel dieron paso al río, un río de ideas, piropos, primaveras, indirectas, sorpresas de esas que matan llegando al fondo de las entrañas de la nostalgia.

es curioso que la gente se alegre cuando les regalas algo, depende del regalo, depende como seas, pero esto no es otra cursi historia de amor, esto es mas de ladrar coger el corazón y morderlo. Salpicar el lienzo con trocitos de lo tuyo, intentando quedarte con trocitos de lo suyo - Ingenuo, esto es algo muchísimo más importante.
_________

Habrá que hacer canciones, que es lo que se suele hacer cuando hay corazones que no entienden a lenguas.

y bien... la obra ya estaba terminada, después de vaciar los bolsillos, bailar con el escalofrío, la gota de sudor que se hizo humo y luego viento, el reloj que... bueno, el reloj había dejado de tener protagonismo desde hacía bastante.

a primera vista parecía inacabado pero esa era la cuestión! acabarlo hasta la última pincelada era semejante a matarlo lentamente hasta que secara.
-¡Claro que tiene un final! - un final si desean con guitarras de fondo, a paso lento,
como no... De noche, con las ganas tuyas y las ganas mias, en el mismo césped,
sin estrellas ya que la ciudad a veces se las come sin preguntar y quien sabe...
a lo mejor se parecería al que tenía él en su cabeza. Eso dependerá de los ojos que lo observen por que como todos saben, hay ojos y ojos, y como todos saben hay finales y finales.

y este cuadro esta inacabado.

PD: “Ciertas cosas deberían seguir siendo como son. Deberías poder meterlas en una de esas vitrinas de cristal y dejarlas en paz. Sé que es imposible pero, de todos modos, es una pena.”